domingo, 24 de junio de 2012

Control glucémico antes del ejercicio


Hoy voy a hablar de una de las pautas más importantes que debemos de tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio físico y es el previo control glucémico antes de ponerse en marcha.

En la anterior entrada lo nombré solamente, dado que considero que es un tema que se merece un enfoque mayor. 

El marcarnos la rutina de conocer siempre nuestra glucemia, el saber valorarla y actuar en consecuencia con ella antes de comenzar a hacer cualquier tipo de ejercicio físico, es fundamental. Por ello, nuestro medidor se convierte en un instrumento inseparable y no se nos puede olvidar a la hora de preparar nuestro material al salir de casa.

Tener siempre un medidor a mano es algo que recomiendo, pues a lo largo de la sesión podrán aparecer síntomas de una hipoglucemia o simplemente, dudemos de como nos encontramos en cuanto nuestra glucemia se refiere.

Así, y como he dicho, deberemos de usar nuestro glucómetro una vez vayamos a empezar a ejercitarnos. Una vez sepamos el valor, habrá que saber actuar en base a ello.

Dependiendo de lo que vayamos a realizar en la sesión, bien sea de fuerza en el gimnasio o trabajo por series, tanto aeróbico como anaeróbico, nuestra glucemia marcará los hidratos que tendremos que ingerir, o porque no, inyectarnos insulina, aunque de esto hablaré otro día.

En mi caso, y aquí ya entramos en la práctica con un ejemplo, valores de entre 120-150 mg/dl antes de ponerme a entrenar, me dan la seguridad de que si entreno una sesión de gimnasio, no voy a tener una hipoglucemia. En cambio, si la sesión fuera de series, deberé de ingerir algo de hidratos, siendo mayor la cantidad cuanto más aeróbica sea la sesión. 

La ingesta de hidratos dependiendo de como son las series la puedo ejemplificar con la diferencia que existe entre la pretemporada, donde predomina lo aeróbico, y entre la etapa competitiva, donde el número de series se reduce y aumenta la intensidad, pasando a un entrenamiento anaeróbico. Así, en la primera deberé de tomar una mayor cantidad de hidratos que en la segunda etapa, aún con valores glucémicos iguales.

Aunque esto no se pueda convertir en algo objetivo y aplicable para todos, creo que puede servir para ver lo importante que es conocer nuestra glucemia, pues en gran parte evitará la aparición de una hipoglucemia o de “picos”, si antes de entrenar tenemos altos valores de glucosa. 

Por todo esto, animo a probarse, partiendo del conocimiento de nuestros valores, ir mejorando poco a poco en busca de una mayor estabilidad y quitarse los miedos a la aparición de las hipoglucemias en el deporte.

jueves, 7 de junio de 2012

Ajustando el termostato


Aprovechando la época en la que nos encontramos, con el sol cada vez respetándonos menos, quiero hoy hablar de como puede afectar ese cambio de temperatura a nuestra diabetes, una vez nos ponemos a realizar nuestra práctica deportiva.

Aquí nos encontramos con varios factores a tener en cuenta, pues el cambio puede ser mayúsculo en nuestra rutina una vez empieza el verano, o antes incluso para los que somos estudiantes. 

Uno de esos cambios es la mayor actividad de ocio que pasamos a realizar. Dado que los días son más largos y el tiempo acompaña, nuestro dinamismo fuera de casa se incrementa, ayudando a que también se incremente el gasto calórico diario, factor que debemos de tener en cuenta a la hora de comer y regular la insulina, optando por comes más o reducir las dosis.

Otro cambio es el  aumento de temperatura, que puede provocar un aumento del metabolismo, por lo cual, estaríamos en una situación parecida a la anterior.

En cuanto estudiantes u otros sectores cuyo verano consiste en un periodo de descanso, debemos de tener en cuenta también las horas de sueño, pues cuantas más horas durmamos, menos tiempo activos estamos, suponiendo lo contrario a las situaciones anteriores.

Así, consejos habituales como la hidratación, respetar las horas de mayor calor, usar ropa que transpiré y ejercitarse dejando unas horas después de las comidas, deberán de estar presentes también en el ejercicio del diabético.

También cabe recordar, como debemos de hacer el resto del año, el realizar el control glucémico antes de la puesta en marcha, aunque de esto hablaré más extenso otro día.

Quiero hacer mención especial al cansancio o sofoco que provoca el calor. Se puede confundir esta sensación con un síntoma de hipoglucemia o bien, podemos pensar que el calor está provocando tal síntoma, cuando en verdad, estamos faltos de glucosa. Por lo cual, recomiendo que ante cualquier síntoma tan bien conocido por el diabético, no supongamos que el causante es el calor y realicemos el control glucémico.

Aunque tengamos que tener un mayor cuidado en esta época, animo a realizar cualquier actividad física, incluso podemos aprovechar el cambiar el tipo de ejercicio al que estamos acostumbrados el resto del año, pues esta estación invita sobretodo, a salir de casa.