domingo, 9 de diciembre de 2012

Reincorporación a los entrenamientos.



Partiendo desde mi última entrada, ya con el físico recuperado, quiero tratar de nuevo el tema de los entrenamientos, agrupando un poco antiguas entradas y explicando todo aquello que se debe de hacer antes, durante y después de ponernos en marcha.

En primer lugar, recordar que nos debemos de encontrar en plenas facultades para volver al grupo, por ello, deberemos de haber hecho una readaptación óptima, siendo fundamental si es considerable el cambio físico producido por el debut diabético.

Añadir como dije en su día que a mi me supuso una pérdida de más de 10 kilos, teniendo que pasar dos meses de 
entrenamiento progresivo para volver a la normalidad.
 
En segundo lugar, quiero hablar sobre la alimentación. 

El incorporarnos de nuevo a los entrenamientos supone un aumento del gasto calórico diario, lo que implica que deberemos de aumentar en consonancia nuestro aporte energético en las comidas. Este progreso debe de haberse realizado desde que iniciamos nuestra readaptación, para que el cambio no sea tan brusco y dispongamos de las suficientes fuerzas para afrontar los distintos entrenamientos.
 
Es de vital importancia que este tema lo tengamos claro y siempre existe la posibilidad de recurrir a nuestro endocrino y a un nutricionista para que nos aconseje sobre el tema, pero aún así, con un poco de cabeza se puede conseguir una dieta equilibrada y acorde con el deporte.

De todas formas, añado un articulo de Serafín Murillo, unos de los más valorados nutricionistas nacionales y muy comprometido con la diabetes y que aborda el tema de la alimentación del deportista con diabetes mucho mejor de lo que yo pudiera hacer.


Continuando con el tema, me remito a una pasada entrada en la cual hablé sobre la importancia de realizar una prueba glucémica antes de entrenar.

Repito que esto es fundamental pues en base a ella y en función del ejercicio que vayamos a realizar, deberemos de considerar la opción de ingerir alguna ración de hidratos de carbono o en cambio, inyectarnos alguna dosis de insulina si lo creemos conveniente, al igual que también expliqué en su día.

Otro factor a tener en cuenta es la proximidad del entrenamiento a alguna ingesta del día, bien el desayuno o la comida, dado que si no se ha dejado un periodo de tiempo de 2-3 horas, el ejercicio físico puede incrementar su pronta absorción, teniendo que reducir la dosis si prevemos que esto va a suceder.

Al igual que las comidas pre ejercicio, en las ingestas posteriores también deberemos de valorar una reducción de la dosis de insulina, pues en ese momento los músculos van a necesitar recuperar sus reservas de glucosa y seremos más sensibles a la insulina, por ello,  probablemente necesitemos disminuir la dosis. 

Con la insulina basal ocurrirá un efecto parecido, teniéndola que reducir sino queremos provocar la aparición de hipoglucemias. El caso de las hipoglucemias nocturnas también me gustaría tratarlo, pues una fácil solución puede ser  disminuir la dosis de insulina basal si nos la ponemos por la noche y también, el ingerir 1-2 raciones de hidratos. 

Aquí nos encontramos con otro beneficio que nos brinda el ejercicio, el poder tomarse un vaso de leche u otra pequeña ración de hidratos que nos pueda apetecer antes de ir a la cama sin tener que recurrir a la insulina.

Por último, nombrar factores que deberemos de tener también en cuenta, como son la temperatura que puede incrementar nuestro metabolismo y actividad y con ello, nuestro gasto calórico; la hidratación, que siempre es fundamental en el deporte y el tercero, la confusión de síntomas, al no saber si son debidos a la fatiga o bien por una hipoglucemia, pudiéndose solucionar teniendo siempre a mano un glucómetro y comprobarlo.

En conclusión, como siempre digo, el deporte en la diabetes añade unas pautas especiales a realizar si queremos exprimir todos los beneficios que nos puede aportar y reducir los posibles riesgos, pero no por ello deja de ser fundamental y no debemos de tener miedo, pues al final, la independencia y bienestar que nos otorga hace que merezca la pena.