Partiendo desde mi última entrada, ya con el físico
recuperado, quiero tratar de nuevo el tema de los entrenamientos, agrupando un
poco antiguas entradas y explicando todo aquello que se debe de hacer antes,
durante y después de ponernos en marcha.
En primer lugar, recordar que nos debemos de encontrar en
plenas facultades para volver al grupo, por ello, deberemos de haber hecho una readaptación óptima, siendo fundamental si es considerable el cambio físico
producido por el debut diabético.
Añadir como dije en su día que a mi me supuso una pérdida de más de 10 kilos, teniendo que pasar dos meses de
Añadir como dije en su día que a mi me supuso una pérdida de más de 10 kilos, teniendo que pasar dos meses de
entrenamiento progresivo para
volver a la normalidad.
En segundo lugar, quiero hablar sobre la alimentación.
El incorporarnos de nuevo a los entrenamientos supone un
aumento del gasto calórico diario, lo que implica que deberemos de aumentar en
consonancia nuestro aporte energético en las comidas. Este progreso debe de
haberse realizado desde que iniciamos nuestra readaptación, para que el cambio
no sea tan brusco y dispongamos de las suficientes fuerzas para afrontar los
distintos entrenamientos.
Es de vital importancia que este tema lo tengamos claro y
siempre existe la posibilidad de recurrir a nuestro endocrino y a un nutricionista
para que nos aconseje sobre el tema, pero aún así, con un poco de cabeza se
puede conseguir una dieta equilibrada y acorde con el deporte.
De todas formas, añado un articulo de Serafín Murillo, unos
de los más valorados nutricionistas nacionales y muy comprometido con la diabetes y
que aborda el tema de la alimentación del deportista con diabetes mucho mejor
de lo que yo pudiera hacer.
Continuando con el tema, me remito a una pasada entrada en
la cual hablé sobre la importancia de realizar una prueba glucémica antes de entrenar.
Repito que esto es fundamental pues en base a ella y en
función del ejercicio que vayamos a realizar, deberemos de considerar la opción
de ingerir alguna ración de hidratos de carbono o en cambio, inyectarnos alguna dosis de insulina si lo creemos conveniente, al igual que también expliqué en
su día.
Otro factor a tener en cuenta es la proximidad del
entrenamiento a alguna ingesta del día, bien el desayuno o la comida, dado que
si no se ha dejado un periodo de tiempo de 2-3 horas, el ejercicio físico puede
incrementar su pronta absorción, teniendo que reducir la dosis si prevemos que
esto va a suceder.
Al igual que las comidas pre ejercicio, en las ingestas
posteriores también deberemos de valorar una reducción de la dosis de insulina,
pues en ese momento los músculos van a necesitar recuperar sus reservas de
glucosa y seremos más sensibles a la insulina, por ello, probablemente necesitemos disminuir la dosis.
Con la insulina basal ocurrirá un efecto parecido, teniéndola
que reducir sino queremos provocar la aparición de hipoglucemias. El caso de
las hipoglucemias nocturnas también me gustaría tratarlo, pues una fácil solución
puede ser disminuir la dosis de insulina
basal si nos la ponemos por la noche y también, el ingerir 1-2 raciones de
hidratos.
Aquí nos encontramos con otro beneficio que nos brinda el
ejercicio, el poder tomarse un vaso de leche u otra pequeña ración de hidratos que nos pueda apetecer
antes de ir a la cama sin tener que recurrir a la insulina.
Por último, nombrar factores que deberemos de tener también
en cuenta, como son la temperatura que puede incrementar nuestro metabolismo y
actividad y con ello, nuestro gasto calórico; la hidratación, que siempre es
fundamental en el deporte y el tercero, la confusión de síntomas, al no saber
si son debidos a la fatiga o bien por una hipoglucemia, pudiéndose solucionar
teniendo siempre a mano un glucómetro y comprobarlo.
En conclusión, como siempre digo, el deporte en la diabetes
añade unas pautas especiales a realizar si queremos exprimir todos los
beneficios que nos puede aportar y reducir los posibles riesgos, pero no por ello
deja de ser fundamental y no debemos de tener miedo, pues al final, la
independencia y bienestar que nos otorga hace que merezca la pena.