Antes de empezar a dibujar nuestro camino junto al deporte
después de pasar ese debut diabético, quiero abordar un tema el cual considero
fundamental, pues pienso que es uno de los pilares sobre los que gira la
diabetes, y comprendiéndolo, podremos tener una rutina mucho más sencilla y con
los menores imprevisto posibles.
Esa característica de la diabetes tipo 1, que es la falta de
producción de insulina por parte del cuerpo y su indispensable aporte externo,
hace que tengamos que saber muy bien los hidratos que vamos a ingerir y la
insulina necesaria para tal cantidad de glucosa, buscando siempre esa
estabilidad glucémica tan deseada.
Así, el aprender a contar hidratos, se convierte en algo
básico, pues gracia a ello podremos calcular la insulina necesaria en las
comidas, subrayando que un mal recuento de esta ingesta, podrá favorecer la
aparición tanto de hipos como de hiperglucemias.
Las unidades de insulina por cada 10 gramos de hidratos o
por ración dependerán de cada persona, y como siempre he dicho, aquí el deporte
juega un gran papel, disminuyendo el número de unidades por una misma cantidad
de hidratos.
También propongo que se intente ingerir cada día el mismo
número de hidratos en las distintas comidas, es decir, que establezcamos X
raciones en el desayuno, comida y cena, e intentemos mantenerlas diariamente.
Gracias a esto podremos ajustar más eficazmente la dosis de insulina para
esos hidratos, pues comiendo siempre lo mismo, nosotros mismos podremos variar
tal dosis partiendo de la experiencia del día anterior, teniendo en cuenta el
resultado glucémico postprandial, es decir, la glucemia obtenida después de las
comidas.
Por ello, cobra gran importancia los análisis
postprandiales, pues hasta que establezcamos una rutina óptima de insulina e
hidratos, de ellos dependeremos para ajustar nuestra dosis.
Esta pauta a seguir la recomiendo a los padres, pues conozco
los quebraderos de cabeza que trae este asunto, y si establecemos esta rutina,
podremos ir poco a poco obteniendo una estabilidad.
Para realizar el recuentro de hidratos, el tema de hoy, son
varias las técnicas que existen, y cada cual se ajustará mejor a la
circunstancia y habilidad de la persona.
En un inicio, bien podremos usar una báscula y dependiendo
del alimento, X gramos serán una ración de hidratos, o bien podremos usar el
vaso medidor, que por volumen, nos indicará las raciones de arroz, legumbres o
pasta que son.
Una vez pase el tiempo, iremos adquiriendo la habilidad de
calcular con la vista las raciones que hay en el plato que vayamos a comer.
Habilidad muy útil para comidas fuera de casa, pero siempre resultará menos
precisa que las dos anteriores.
En conclusión, es evidente la importancia de una correcta
medición de los hidratos que vayamos a comer, de establecer una rutina en
cuanto esa cantidad y todo ello, con el mismo fin de siempre, conseguir una glucemia
estable y hacer más fácil nuestra diabetes.
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