Desviándome un poco del
camino trazado en las últimas entradas, me gustaría aprovechar la reciente
experiencia de un viaje que he realizado, para narrar como lo he compaginado
con la diabetes, dado que ha consistido en un viaje de nueve días fuera de casa,
y creo que pueden ser útiles las distintas pautas que he practicado para que la
diabetes no supusiera ningún problema en mi día a día.
Decir, que aunque esta
salida no ha estado relacionada con el deporte, podría extrapolar los criterios
a tener en cuenta a un viaje de carácter deportivo, añadiendo las pautas
específicas que la práctica deportiva conlleva.
En primer lugar, a la
hora de hacer la maleta, no olvidarse de todo el instrumental necesario (tiras
reactivas, medidores, lancetas, agujas, plumas). En mi caso, además, entregué a
mis compañeros un par
de plumas, con agujas y tiras por si perdía las mías y así no encontrarme con el problema de verme sin insulina. También aconsejo llevar varios medidores, y siempre llevar encima la suficiente insulina como para aguantar sin problemas los días fuera de casa, por si se pierde la maleta o es robada.
También recordar que es necesario llevar un documento médico donde se especifique que se tiene diabetes y el requisito del uso de insulina, para que se nos permita introducirla en el avión.
de plumas, con agujas y tiras por si perdía las mías y así no encontrarme con el problema de verme sin insulina. También aconsejo llevar varios medidores, y siempre llevar encima la suficiente insulina como para aguantar sin problemas los días fuera de casa, por si se pierde la maleta o es robada.
También recordar que es necesario llevar un documento médico donde se especifique que se tiene diabetes y el requisito del uso de insulina, para que se nos permita introducirla en el avión.
Respecto al frió, yo en
mi caso no llevo ninguna mochila especial que conserve la temperatura, más por
la experiencia que por lo que en teoría debería de hacer, pero en mi mochila
siempre va la pluma sin ningún instrumental térmico.
Una vez comenzamos a
comer fuera de casa, los controles glucémicos son de vital importancia dado que
es más fácil que nuestra glucemia se vea desestabilizada. Por ello, antes de
cada comida mediremos la glucosa en sangre, y a partir de ella, valoraremos que
dosis es la óptima.
Quizás esta decisión es
la más difícil y la que más nos puede costar, pues calcular los hidratos de
carbono a ojo y no saber en cuántos va a consistir la totalidad de la comida, puede hacer que nos perdamos un poco. Lo que yo hago, y que por ello aconsejo, es ponerse unas unidades al principio, y si calculamos que al final hemos comido más raciones que las estimadas al inicio, habrá que ponerse otra dosis extra para evitar encontrarnos a las horas con una hiperglucemia.
carbono a ojo y no saber en cuántos va a consistir la totalidad de la comida, puede hacer que nos perdamos un poco. Lo que yo hago, y que por ello aconsejo, es ponerse unas unidades al principio, y si calculamos que al final hemos comido más raciones que las estimadas al inicio, habrá que ponerse otra dosis extra para evitar encontrarnos a las horas con una hiperglucemia.
Esta fragmentación de la
dosis probablemente no se recomiende en ocasiones, en mi experiencia nunca he
tenido problemas con ello, y así, me he evitado de que la glucemia postprandial
estuviera por las nubes.
Cierto es, y cosa que no
voy a negar, que en los viajes o por lo menos en mi caso, cierto desequilibrio
hay sobretodo con valores altos, pero no el suficiente para privarnos de ellos,
además, yo pienso que es mejor redondear para arriba que suframos una hipoglucemia.
De nuevo con el tema de la
temperatura, por ejemplo si estamos en lugares de mucho calor y podemos pedir
un vaso con hielo, yo normalmente meto las plumas que llevo encima en ellos,
pero si no existe tal posibilidad, tampoco es un motivo de preocupación, pues
tales plumas yo las utilizo en los viaje solamente y a la vuelta a casa, ya las
desecho aunque queden unidades en ellas.
También que no se olvide
la administración de la insulina de acción lenta si en nuestro caso la usamos,
pues dado que nuestros horarios carecerán de rutina pueden favorecer tal
olvido.
Realmente, con que
tengamos un poco de atención de ir siempre con el medidor y la insulina, y por
supuesto, azúcar para en casos de hipoglucemias, no sumaremos obstáculos a
nuestro viaje, y por ello, que nunca la diabetes suponga un problema a la hora
de viajar, cosa que totalmente recomiendo.
Muy buena entrada,me ayuda muchisimo leerte,pero me ha salido por casualidad verlo,y lo tengo como favorito.
ResponderEliminarUn placer ser de ayuda, estos comentarios me ayudan a seguir. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe parece un articulo súper interesante y de gran ayuda para las personas que padecen diabetes, si quieren hechar un vistazo a nuestra web https://spanishstevia.com
ResponderEliminarwuow... me encanto o que compartes en tu pagina me ayudo bastante ya que lo estoy conbinando con esto https://bit.ly/2J8LRgu tu que me recomiendas para mejorar mi estilo de vida.
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