En
plena pretemporada y
con los ánimos de poder
superar del todo una lesión que me ha tenido medio año
sin poder entrenar, se me ha ocurrido la idea de explicar los
distintos
entrenamientos de una semana característica
de esta etapa de la temporada e indicar
cómo enfoco,
en función de las glucemias, las distintas sesiones.

Antes de centrarme en qué
consiste cada sesión y las distintas pautas que adopto ante ellas, quiero puntualizar
que el
trabajo de este periodo es básicamente aeróbico, con el fin de obtener
una base que me permita soportar más adelante un trabajo más específico de mi
especialidad, es decir, de la velocidad.
Por ello, y recordando el
largo periodo que he estado con una actividad reducida debido a mi lesión, mi
glucemia va a sufrir un gran cambio pues el gasto calórico se va a incrementar
considerablemente. Así, tendré que saber cómo reducir las distintas dosis de
insulina para prevenir posibles hipoglucemias.
Si me he animado a
explicar en qué consiste una semana que tiene estas características es porque
considero que al ser un trabajo de base, puede ser aplicable a otros deportes y
así, que mi experiencia sea de ayuda a otras personas con diabetes que se
encuentre en situaciones semejantes y ayudarles a afrontar esa carga física.
Por último, indicar que
el plan semanal consta de 4 sesiones, 3 de ellas de carácter aeróbico y otra
sesión de condición física en el gimnasio y que también dependerá si la sesión
es matinal o por la tarde para adoptar unas pautas u otras.
Lunes
Sesión por la mañana, la
cual consiste en 15 minutos de carrera continua (c.c.) y 5 series de 500 metros
con una recuperación de 2 minutos, es decir, trabajo interválico con
recuperación incompleta.
Como dije anteriormente,
estas sesiones tienen un alto componente aeróbico y por ello, un alto gasto
calórico. Al realizar la sesión 3 horas después del desayuno, no tengo en
cuenta su proximidad y siendo la glucemia pre-ejercicio de 160 mg/dl, ingiero 2
raciones de hidratos de carbono antes de la sesión.
Durante ella, tomo otra
ración de hidratos (10 gramos hidratos de carbono) en forma de azucarillo.
Una vez realizada la
sesión, mi glucemia post-ejercicio es de 125 mg/dl, la cual también me sirve de
glucemia preprandial (antes de la comida) dado que entre el final del
entrenamiento y la comida trascurre muy poco tiempo (media hora).
La comida consiste en 6
raciones de hidratos ante las cuales me pongo una dosis de 3 unidades de
insulina, obteniendo una glucemia postprandial (después de la comida) de 154
mg/dl y consiguiendo que durante el día no obtenga niveles en las glucemias de
menos de 80 mg/dl ni superiores a 180 mg/dl.
Miércoles
Esta sesión la realizo
por la tarde y consiste en 20 c.c. más 30 minutos de fartlek (cambios de ritmo)
tras realizar ejercicios de técnica de carrera.

La glucemia
pre-ejercicio
es de 106 mg/dl y considerándolo el
entrenamiento más aeróbico que realizo,
tomo 3 raciones antes de él.
La glucemia post-ejercicio
es de 86 mg/dl y de nuevo, los valores del resto del día están en el intervalo
correcto.
Jueves
Sesión en gimnasio
durante la cual realizo distintos ejercicios como series de squat completo
(sentadillas), press de banca, isométricos de isquitibiales, jalones, etc.
El componente aeróbico de
esta sesión es prácticamente nulo, por lo cual, partiendo de que la glucemia
pre-ejercicio es de 170 mg/dl, ingiero 2 raciones y me pongo 2 unidades de
insulina.

Un aspecto a tener en
cuenta es que el
trabajo en gimnasio, si estamos en
déficit de insulina,
podemos producir una
hiperglucemia al
aumentar los niveles de adrenalina, por
ello, una ingesta antes de este tipo de trabajo la acompaño siempre de alguna
unidad de insulina.
Puntualizar que la
glucemia post-ejercicio es de 125 mg/dl, obteniendo valores óptimos de nuevo
ante esta sesión.
Sábado
Sesión matinal de
entrenamiento en circuitos, la cual se estructura en 15 minutos de c.c. y la
realización de 3 series de circuitos con 4 minutos de descanso entre ellos.
El circuito consta de 10
estaciones (abdominales, flexiones, sentadillas, CORE, etc.) y la ejecución de una
serie de 100 metros lisos a ritmo medio entre cada una de las distintas
estaciones.
De nuevo, indicar el alto
factor aeróbico que tiene esta sesión al igual que las anteriores, por ello,
será fundamental la ingesta que realicemos para afrontarlo con garantías.
La glucemia pre-ejercicio
de este día es de 187 mg/dl pero hoy si tengo en cuenta la proximidad del
desayuno (2 horas), intervalo de tiempo que puede indicar que todavía los
niveles de insulina sean altos. Por ello, durante toda la sesión ingiero 3
raciones de hidratos de carbono en forma de azúcar. Tras 1 circuito, mi
glucemia ha descendido a 87 mg/dl y al finalizar el entrenamiento, mi glucemia
es de 57 mg/dl, hipoglucemia que esta vez no he podido evitar y que se traduce
en una insuficiente ingesta de hidratos de carbono.
De nuevo, aprovecho esta
glucemia como preprandial y mi comida se basa en 13 raciones ante las cuales me
pongo 5 unidades de insulina. A las 2 horas, obtengo una glucemia postprandial
de 160 mg/dl, por lo cual, doy por óptima la equivalencia realizada entre
raciones-insulina.
Como se puede observar,
son
múltiples los factores a tener en cuenta antes de entrenar pero con el paso
del tiempo, se aprende a sistematizar las distintas pautas y así evitar amplias
variaciones en la glucemia.
Cabe decir que durante
esta semana, que ha tenido un alto trabajo aeróbico como he intentando
evidenciar, mis niveles de glucemia nunca han superado las unidades de 200
mg/dl en las distintas pruebas glucémicas que me he realizado y que
hipoglucemias, además de la narrada, solo ha existido otra a mayores.
Otro factor que no he
explicado es la reducción de la insulina de absorción lenta, la cual la tengo
dividida en dos dosis diarias, una matinal y otra nocturna, disminuyendo la
segunda de 16 unidades a 8 y dejando la primera en 15 unidades.
También disculparme por
los quizás excesivos datos que haya podido escribir, pero he considerado
oportuno indicar paso por paso y que así el aporte fuera lo más completo
posible.
Y para concluir, como
otras veces he defendido, animar a las personas con diabetes a que realicen
cualquier tipo de actividad física, que como se ha visto, con precaución no ha
ningún problema y son muchos los beneficios que podemos obtener.